lunes, 27 de abril de 2015









Maracaibo, 27/04/2.015.
GUERRA DE INSULTOS.
Las pretensiones hegemónicas y distorsionadoras de la realidad, que los factores de poder político partidista impulsan como medio de manipulación y sometimiento de la sociedad, de la clase trabajadora,  pretenden hacernos ver que la firma de nuestro Contrato Colectivo y la elección de los Órganos de Dirección de los Sindicatos, son  un reparto de parcelas, donde los trabajadores son quienes menos importamos, son una mercancía, solo valen como votos. En el marco de la elección de la Junta Directiva del Sindicato de Caracas (S.T.T.I.T.), que se realizaría este  miércoles 29 de Abril, pero que, en un nuevo abuso de poder, el CNE la suspendió, por solicitud de CANTV, ya que sus candidatos no cuentan con el respaldo de los verdaderos trabajadores, y de las inciertas fechas y cuantías de pago del ilegal Contrato Colectivo 2.015-2.016, acordado entre la necrótica “gerencia” de CANTV y sus cómplices usurpadores de la representatividad de los trabajadores, se han hecho públicas las divisiones internas de los militantes del partido de gobierno que hacen vida dentro de CANTV, ampliando sus abominables diferencias, unos encabezados por Siguaraya y otros auto denominados CBT. Ambos se disputan el rastrero honor de quien jala mejor bolas, a su ministro presidente, o a la alta “gerencia” ; el primero llama a los CBT irresponsables, manipuladores, acólitos, serviles de la alta “gerencia” que desata todo el poder en su contra, por no estar de acuerdo con sus posturas (un poco de su propia medicina), de pretender desplazarlo para que sea, esa alta “gerencia”, quien imponga un proyecto supra sindical de dominio, y por su parte, los CBT llaman a Siguaraya, traidor, de recurrir a burdas patrañas, culilluo, que ahora pretende desconocer los acuerdos que firmó en la mesa de negociación del C.C. Sin pudor alguno se lanzan acusaciones e insultos, convirtiendo el ambiente laboral en un inmoral circo de arpías, dimes y diretes, descalificaciones mutuas, que demuestran la calaña de sus actores, operadores políticos que pretenden asaltar todo cuanto los rodea, esgrimiendo ambos ser los escogidos, los ungidos por el poder central. Esto ya lo habíamos advertido responsablemente, no pueden ser advenedizos, con visión monocromática, quienes dirijan los sindicatos y los conviertan en un apéndice de la empresa, haciendo regresivo el Contrato Colectivo, perdiendo espacios vitales ganados por años de luchas, para cedérselos a la empresa, quien  le echa gasolina a ese fuego y es la única responsable de que esta guerra de insultos prospere, que sea vista como algo natural, que los trabajadores nos convenzamos que actuar sin honor, sin pudor, sin respeto, sin principios, es lo natural, es la esencia del hombre nuevo  y que nuestro futuro, necesariamente, tiene que estar en las manos de estos desclasados.
¡RESPETEN A LOS TRABAJADORES!

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